Seudónimo del artista Raúl Muñoz
Casassola. Comienza su trayectoria a los doce años, pintando cerámica en
el taller del padre de un amigo en Talavera de la Reina. Así pasa a estudiar la técnica,
pero pronto se le queda falta de libertad creativa.
Paralelamente se inicia en el denominado arte urbano o graffiti. Estudia bellas artes en Salamanca y decepcionado al descubrir un concurso amañado al que se presenta, decide abandonar el camino académico.
Pasa
los siguientes seis años bastante borracho y dejando perlas pictóricas en
varias ciudades castellanas. Expone en un sinfín de garitos de mala muerte y
ateneos libertarios, firmando siempre con seudónimos para evitar la especulación sobre su obra. Seudónimos como
“psilocivic people”, “Trule”, “Nene No”, “Kinki Clown” o frases como “la
tierra es plana”, “redondelitos verdes”, que también emplea cuando escribe
poesía, cuentos y relatos cortos.
En
2011, retoma los estudios de bellas artes en la UCM. En 2012 cofunda
el colectivo artístico Sin Ánimo de Nombre. Comisaría la
exposición independiente, “el Incubadora”, el festival “Ctrl Art Supr” y recientemente el proyecto expositivo y de creación
“La Sala de Excluidos”.
SeAlquila Público
Gestor de lo público. Pintura mural (2015)
Tu alma por una prima”, un
mural de figuras anónimas trajeadas en tonos grises. En sus
palabras: “Esta obra mural está pensada específicamente para Se
Alquila Público. Como se ve en la imagen del boceto es una obra muy
visual e implica una reflexión sobre muchas de las realidades que
estamos viviendo. Aquí podría incluir muchas palabras con las que
nos hemos familiarizado, corrupción, imputado, mordida… pero
siempre he preferido la poesía a la oratoria, creo que la imagen y
el título de la obra son suficientes para remover ese trocito de
nuestra conciencia que todavía no a sido violada”.
SeAlquila Mercado
Cerebros
enlatados. Escultura y pintura (2014)
Serie compuesta por 8 obras, en distintas técnicas con un mismo objeto como modelo icónico, una lata de fabada Litoral.
Serie compuesta por 8 obras, en distintas técnicas con un mismo objeto como modelo icónico, una lata de fabada Litoral.
La
serie presenta varios puntos de vista, la
investigación en técnicas, a partir de técnicas académicas
hasta alcanzar técnicas libres y de vanguardia.
La
obra en conjunto es una reflexión sobre el objeto artístico como alimento del
intelecto de primera necesidad, “comida para la mente”, y el mercado del arte
como depredador de ese impulso primario. El
mercadeo nos enlata, nos coacciona, nos enmarca, y como creadores nos
sublima a no poder tener un publico amplio; cuando en realidad la esencia del
mercado es compartir, intercambiar, no solo productos si no también
experiencias, emociones… En la esencia del mercado está, primero por necesidad
y luego por disfrute, la interacción de las personas y los pueblos.